martes, 17 de junio de 2008

El Yo Desenmascarado

Hace algún tiempo comencé a guardar mis sentimientos, a dejar de expresar tanto alegría como tristeza en la medida en que realmente lo sentía. Aún ni siquiera esa máscara se ha desvanecido. Creo que empecé a preguntarme dónde se habían ido mis ilusiones "sensitivas" cuando otros a mi alrededor ya empezaban a sentirlas. ¡Me parecía todo tan absurdo!Aunque, lógicamente, yo también quería probar sin entender porqué se me castigaba con algo que de manera natural cualquiera de los que me rodeaban tenía.


Al parecer no estaba destinada a encontrar la felicidad en cosas que muchos encontraban más que divertidas. Es por eso que hace algún tiempo me refugié en la imaginación. Sí, la imaginación, eso que las personas perdemos gradualmente conforme vamos avanzando en edad. Los años que debería haber pasado aficionándome a las compras, empezando a coquetear con algún chico o comenzando a maquillarme, llevar tacones y ropa de mayor los tuve que dejar para más tarde. Mientras tanto, mi mundo era Clásico, Medieval o Renacentista, tenía amigos, algún príncipe, pirata o mago por el que suspirar- confieso con cierto sonrojo- y es que mi mundo podía ser lo que quisiera. Ver el real a través de esa máscara me resultó agradable y decidí permanecer allí, mientras fuera necesario y siempre manteniendo los pies en la tierra. Mi mundo aparecía en los momentos duros para mí, cuando me aburría o pensaba. Sin olvidar también su otra parte, que se centraba en aumentar mis conocimientos, en mis estudios.


Con el tiempo ese velo se ha ido desgarrando, en parte por costumbre y en parte, porque las cosas fueron mejorando. Volví a intentar una reconciliación con la amistad, con la vida real y conmigo misma. La imaginación seguía perviviendo en mí ,pero no con tanta intensidad e incluso algunas veces la descuidaba y me olvidaba de ella como muchos antes que yo lo hacían ya. Sin embargo, siento que falta algo en mí, que hay una especie de desfase con aquellos que conozco y no porque me haya quedado atrás por haber estado en mi "refugio" ,sino por tener claramente definido lo que quiero, definidas mis ideas y sobre todo, saber decir "no". La paradoja de esta historia es que yo no seré quien consiga ser del todo feliz...El resto, lo dejo a vuestro pensamiento y concretamente, a vuestra imaginación.


Atentamente,


A.S.Humanes

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