viernes, 29 de febrero de 2008

¿Monarquía o República?



Cualquiera de estos días, ya cercanos a las elecciones, un ciudadano puede ser "impactado" por cientos de anuncios como suele ocurrir, pero en este caso hay un mayor número de propaganda que de publicidad. Analizando las distintas campañas de los partidos políticos, a ese ciudadano (y no es precisamente, la niña de Rajoy...) le sorprendió que Llamazares mostrara la bandera republicana. Él no la recuerda y piensa que carece de sentido pues tampoco se imagina un país sin monarquía o simplemente, es algo que no le importa.
Izquierda Unida muestra su estrategia electoral reviviendo el espíritu republicano y entre sus objetivos, está la realización de un posible referéndum para que la población española elija entre Monarquía o República.
En la actualidad existen 27 monarquías repartidas por el mundo de las cuales, diez pertenecen a Europa. Entre esas diez, se encuentra la monarquía constitucional y por lo tanto, simbólica, que posee nuestro país. El rey fue designado por Franco para que continuara su dictadura pensando que lo dejaba todo "atado y bien atado". Sin embargo, el monarca se arriesgó a mostrar su favor a un cambio democrático del país y se realizaría una Transición modelo a seguir por su rapidez y acuerdo en el 76. Hay que reconocer la labor de la monarquía en tal momento y el papel de diplomacia que ejerce en el exterior. Sin embargo, llega un momento en que el pueblo despierta y se ve capacitado para que cualquier persona con esa capacidad pueda representar ese papel en nombre de España. Por no mencionar a la generosa progenie que se cuida de los generosos bolsillos de españoles que tal vez no llegan ni a fin de mes. Una monarquía en la actualidad sea del tipo que sea, se ha convertido en rasgo de antigüedad de Estado y posible inmadurez política del pueblo. Por supuesto, como ya se ha comentado anteriormente, reconocida queda su labor pero al igual habría que mantener el sustento de esos médicos que salvan vidas o ese bombero que arriesga la suya por las nuestras.
La República fue votada en el pasado y ganó, si no se mantiene en la actualidad es debido al posterior golpe de Estado y las consecuencias políticas y sociales que ese régimen ha dejado pervivir en nuestra sociedad actual. El temor a que no haya nadie que nos dirija o desinterés por esos temas de opinión que en el pasado le estaban vedados a ese ciudadano.
Dejemos al ciudadano tranquilo, que su uso es de sobra conocido y muy típico. Atendiendo a nuestra encuesta vemos como se considera innecesaria una Monarquía con un 20% frente al 4 % a favor de la Monarquía. Aún así, estos resultados no nos sirven de mucho dado la escasa muestra que ha ejercido su voto pero sí es algo a tener en cuenta.
El tiempo dirá si una cosa u otra, y más bien será mucho tiempo pues España no es un país con grandes inquietudes políticas en general y pocos son los que tienen sus ideas claras. Habrá que esperar a que este país madure y pueda tomar dentro de un tiempo, una firme decisión sobre un Estado de Monarquía constitucional tradicional o una República igualitaria y carente de títulos nobiliarios cuyo único mérito es poseerlo por estatus abscrito o lo que es lo mismo, de nacimiento.

A.S.Humanes

viernes, 15 de febrero de 2008

El Síndrome de Ulises



Ulises, rey de Ítaca, añoraba a su esposa Penélope, su hijo Telémaco y su tierra. Diez años pasó recorriendo las aguas del mar Egeo tras la Guerra de Troya. A pesar de que la sabia diosa Atenea estaba de su lado, el viaje nunca llegaba a su fin. Se enfrentó contra el cíclope Polifemo, superó la prueba de las sirenas y el encanto de la hechicera Circe. El éxito era el regreso a su tierra, volver con la victoria a sus espaldas y vivir tranquilo viendo crecer a su hijo. Este es el mito que Homero narra en la Odisea, pero...¿es solo un mito?


Claudia, 24 años, boliviana. Ella actualmente vive en España con su marido y hace unos meses tuvieron su tercer hijo. Los otros dos se encuentran en Bolivia al cuidado de sus abuelos. En su tierra vivían en un parking y ambos decidieron partir con la intención de trabajar durante un tiempo y poder volver con algo que ofrecer a sus hijos, un futuro. Los días van pasando hasta convertirse en años...y ya van tres. Las ganas de volver están presentes a cada minuto, pero no pueden regresar sin la victoria y aún no tienen lo suficiente para conseguirla. Aquí se presenta el llamado "Síndrome de Ulises", donde la vuelta es el éxito y mientras eso no ocurre se sienten frustrados. Este síndrome afecta en su mayoría a los inmigrantes que vienen a nuestro país buscando un futuro mejor.


Con su trabajo, están contribuyendo al desarrollo económico ya que una parte de sus ingresos se queda en nuestro país para subsistir y la otra la mandan para sus familiares y no solo eso, sino que también nos enriquecemos todos culturalmente con su presencia. Ellos no pueden votar y, sin embargo, forman parte de uno de los temas centrales en este año electoral en el que nos encontramos.


El tema de la inmigración es delicado y lógicamente, tiene que haber un control por parte del Gobierno como el de las políticas migratorias, pero otra cosa es que se utilice para hacer demagogia. Esto me recuerda a esas personas que suelen presumir de sinceridad y luego aprovechan la mínima oportunidad para hablar de otros a sus espaldas, pues la otra persona no está delante para defenderse. El caso electoral está reflejado como si de metáfora se tratara en ese ejemplo porque puede decirse que ellos no tienen voz ni voto. Tal vez piensan que una canción partidista cantada por una persona de distinta nacionalidad les va a hacer parecer amigos de los inmigrantes cuando su política preconiza lo contrario...No se dan cuenta de que muchos como Claudia trabajan casi todo el día con el único pensamiento de conseguir su triunfo. No piensan que al igual que Ulises, ellos sueñan con volver algún día a su añorada Ítaca.




A.S.Humanes

jueves, 14 de febrero de 2008

Saludos a todos! Vuelvo a mi blog después de haber estado ausente por período de exámenes jeje. Para ir empezando, aquí os dejo un poema que quizás no pegue mucho con el día de san Valentín que ya termina, pero fue el primero que escribí y el que más me gusta.



La muerte



Oscuros sus ropajes,

ojos de luz cegadora;

en la tristeza se envuelve

y llega como una sombra.



Guía de interminables viajes;

le acompaña quien nunca vuelve

una vez, llegada su hora.



Pálida y a la vez oscura,

desconocido su destino.

A veces llega sin ser llamada

otras, su abrazo se anhela.



Amarga como la hiel,

dulce como una caricia

¡Huye, corre, grita!

Pero jamás de ella escaparás

cuando a su lado, te invita.



A.S.Humanes