viernes, 15 de febrero de 2008

El Síndrome de Ulises



Ulises, rey de Ítaca, añoraba a su esposa Penélope, su hijo Telémaco y su tierra. Diez años pasó recorriendo las aguas del mar Egeo tras la Guerra de Troya. A pesar de que la sabia diosa Atenea estaba de su lado, el viaje nunca llegaba a su fin. Se enfrentó contra el cíclope Polifemo, superó la prueba de las sirenas y el encanto de la hechicera Circe. El éxito era el regreso a su tierra, volver con la victoria a sus espaldas y vivir tranquilo viendo crecer a su hijo. Este es el mito que Homero narra en la Odisea, pero...¿es solo un mito?


Claudia, 24 años, boliviana. Ella actualmente vive en España con su marido y hace unos meses tuvieron su tercer hijo. Los otros dos se encuentran en Bolivia al cuidado de sus abuelos. En su tierra vivían en un parking y ambos decidieron partir con la intención de trabajar durante un tiempo y poder volver con algo que ofrecer a sus hijos, un futuro. Los días van pasando hasta convertirse en años...y ya van tres. Las ganas de volver están presentes a cada minuto, pero no pueden regresar sin la victoria y aún no tienen lo suficiente para conseguirla. Aquí se presenta el llamado "Síndrome de Ulises", donde la vuelta es el éxito y mientras eso no ocurre se sienten frustrados. Este síndrome afecta en su mayoría a los inmigrantes que vienen a nuestro país buscando un futuro mejor.


Con su trabajo, están contribuyendo al desarrollo económico ya que una parte de sus ingresos se queda en nuestro país para subsistir y la otra la mandan para sus familiares y no solo eso, sino que también nos enriquecemos todos culturalmente con su presencia. Ellos no pueden votar y, sin embargo, forman parte de uno de los temas centrales en este año electoral en el que nos encontramos.


El tema de la inmigración es delicado y lógicamente, tiene que haber un control por parte del Gobierno como el de las políticas migratorias, pero otra cosa es que se utilice para hacer demagogia. Esto me recuerda a esas personas que suelen presumir de sinceridad y luego aprovechan la mínima oportunidad para hablar de otros a sus espaldas, pues la otra persona no está delante para defenderse. El caso electoral está reflejado como si de metáfora se tratara en ese ejemplo porque puede decirse que ellos no tienen voz ni voto. Tal vez piensan que una canción partidista cantada por una persona de distinta nacionalidad les va a hacer parecer amigos de los inmigrantes cuando su política preconiza lo contrario...No se dan cuenta de que muchos como Claudia trabajan casi todo el día con el único pensamiento de conseguir su triunfo. No piensan que al igual que Ulises, ellos sueñan con volver algún día a su añorada Ítaca.




A.S.Humanes

1 comentario:

Heli dijo...

En mi ignorancia desconocía que existía el síndrome de Ulises. Pero tiene sentido, esta muy bien elegido el personaje mitológico. Y me alegra saber algo más sobre un tema tan terrible, esta nueva especie de esclavitud, en fin. Buena entrada :)